Rusia se dio a la tarea de insistir este jueves en que el supuesto ataque químico de principios de mes en la ciudad siria de Duma fue un montaje y comunicó que mostrará a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un testimonio que lo prueba.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, brindó hoy detalles de la información transmitida ayer por la televisión estatal rusa, una entrevista con un niño sirio de 11 años que contó cómo fue “reclutado” para grabar un video con el que la ONG Cascos Blancos denunció el supuesto ataque químico.
En la entrevista televisada, el niño, identificado como Hasan Diab, cuenta por medio de un intérprete que estaba escondido con su familia en un sótano en esa localidad cercana a Damasco cuando fueron llamados para visitar un hospital local.
“En cuanto llegué, me agarraron y comenzaron a echarme cubos de agua por encima, luego me pusieron acostado cerca de otras personas”, señaló el niño.
Según esta versión, así se grabó el video de los Cascos Blancos sobre el supuesto ataque, cuyas imágenes llevaron a los países occidentales a acusar al régimen de Damasco y posteriormente a atacar con misiles objetivos químicos sirios.
Según explicó el padre del niño, su hijo recibió galletas y dátiles antes de ser enviado de vuelta a su casa.
Indicó que su hijo se encuentra perfectamente y que “no hubo ningún ataque químico”.
Por su parte, Vasili Nebenzia, embajador ruso ante la ONU, dijo hoy al canal Rossia-1 que mostrará a los representantes de los países miembros del Consejo de Seguridad esta entrevista.
“Ya tenemos una copia subtitulada del video a nuestra disposición. Lo distribuiremos entre los países miembros y periodistas”, afirmó el embajador, que señaló que buscarán la forma de proyectarlo en el Consejo.
En su rueda de prensa de hoy, la portavoz de Exteriores fue más allá y opinó que el niño debería intervenir ante el Consejo de Seguridad.
“Si alguien debe hablar estos días, intervenir ante el Consejo de Seguridad de la ONU, creo que debería ser el niño Hasan Diab, así como sus padres”, dijo Zajárova.
Según dan a conocer hoy los medios rusos, el padre el niño se ha mostrado dispuesto a acudir con su familia a testificar “en cualquier parte del mundo, en Ginebra o Nueva York, que no hubo un ataque químico”.
Rusia, que niega desde el principio la existencia de un ataque químico en esa localidad de Guta Oriental -hasta hace poco un bastión rebelde- ha acusado repetidas veces al grupo de rescatadores Cascos Blancos de colaborar con los terroristas difundiendo noticias y videos falsos para acusar al régimen de Damasco.
Inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas están en Siria para investigar este suceso ocurrido supuestamente el 7 de abril y en el que, según acusan los países occidentales y esa ONG, habrían muerto decenas de personas.